EL LIDERAZGO POSITIVO

Según Kim Cameron, profesor de Management y Organizaciones en la Ross School of Business de la Universidad de Michigan, el liderazgo es uno de los factores más influyentes para ayudar al buen desarrollo de las organizaciones.

Recientemente ha aparecido en la literatura del management un nuevo enfoque denominado “liderazgo de desviación positiva”. El liderazgo de desviación positiva pone el foco en lo que eleva a los individuos y a los sistemas (no solo en lo que les disminuye), lo que marcha bien en las organizaciones (y también a lo que marcha mal para pero expuesto de una manera constructiva), lo que es estimulante (además de lo que es problemático o agotador), lo que se ha experimentado como bueno (contrapuesto a lo que es malo o penoso) y lo que es estimulador (frente a lo que es deprimente).

Este nuevo estilo de Liderazgo está orientado hacia intervenciones que, por definición, se desvían positivamente de la norma. Las desviaciones positivas se han equiparado, a veces, con la virtuosidad o, en griego, el eudemonismo. Este liderazgo declara que la desviación positiva representa el éxito de lo mejor de la condición humana y promueve que las aspiraciones más elevadas de los seres humanos se sostienen por ellas mismas. Significa algo más que ser inspirador o carismático. Permite una actuación extraordinaria de los demás. Son diversas las estrategias que facilitan la desviación positiva, pero hay cuatro que son especialmente críticas y sobre las que raramente se trata y, lo que es peor, no suelen formar parte del discurso de los líderes.

Estas estrategias se centran en promover un clima positivo, relaciones positivas, una comunicación positiva y un significado positivo.

1. Clima positivo. Un clima positivo es aquel en el que los sentimientos e interpretaciones positivos prevalecen por encima de los negativos. De esta forma, los líderes que influyen crean una sensación de gratitud en las personas. Se ha comprobado que esta emoción genera efectos espectaculares sobre la actuación individual y de la Organización. Las investigaciones confirman que la salud psicológica, la función cognoscitiva y el rendimiento en el trabajo, son sustancialmente mayores cuando se fomenta la gratitud en el lugar de trabajo. Promover, modelar y fomentar estas actividades virtuosas desde la posición de liderazgo tiende a generar un clima donde la gente es mimada, apoyada y animada a prosperar.

2. Relaciones positivas. Las relaciones sociales positivas –las conexiones que elevan el espíritu asociadas con interacciones interpersonales de los individuos– tienen efectos beneficiosos sobre numerosos aspectos del comportamiento humano y de la salud. De hecho, abundantes estudios reflejan que las relaciones sociales positivas afectan a los sistemas hormonal, cardiovascular e inmunológico del individuo, mejorando, por lo tanto, la salud, el bienestar, el rendimiento en el trabajo y la naturaleza de las relaciones en sí mismas. Por ejemplo, cuando la gente experimenta relaciones positivas, se liberan en el cuerpo unas hormonas (oxitocina, dopamina, endorfinas) que producen una disminución de la presión arterial y del ritmo cardíaco y aumentan la capacidad para sobrellevar el estrés con calma. Se producen efectos similares en el sistema cardiovascular: bajada de la presión arterial y del ritmo cardíaco sistólico y diastólico. El sistema inmunológico también se manifiesta positivamente: los individuos con relaciones positivas tienen mayor resistencia a las infecciones de las vías respiratorias altas. Este tipo de relaciones aumentan, incluso, la capacidad del cuerpo para luchar contra el cáncer. Estas ventajas psicológicas son un añadido a las mejoras de actuación en el trabajo que se observan habitualmente.

3. Comunicación positiva. La comunicación positiva se produce en las organizaciones cuando el lenguaje afirmativo y solidario sustituye al lenguaje negativo y crítico. El único factor más importante, capaz de predecir la actuación del equipo –dos veces más poderoso que cualquier otro factor–, es la ratio entre comentarios positivos y negativos. Los comentarios positivos son los que expresan aprecio, apoyo, ayuda, aprobación o halagos. Los negativos manifiestan crítica, desaprobación, insatisfacción o desacuerdo. Los diferentes estudios revelan que en las empresas que aplican la desviación positiva, la ratio de comentarios positivos o negativos es aproximadamente de cinco a uno. Esta ratio se ha aplicado a organizaciones que abarcan desde familias hasta corporaciones o equipos olímpicos. Sus líderes son, con mucha diferencia, mucho más elogiosos y compasivos que los líderes normales. Esto no significa ausencia de corrección ni de crítica, pero la retroalimentación ‘negativa’ siempre se producirá en el contexto o reencuadre de la retroalimentación positiva.

4. Significado positivo. Una serie de estudios demuestran que las personas asocian su trabajo con uno de los tres siguientes tipos de significado: a) El trabajo es un empleo. b) El trabajo es una carrera. c) El trabajo es una vocación. Aquellos para quienes el trabajo es un empleo, lo realizan motivados fundamentalmente por la recompensa económica o material que éste les proporciona. No obtienen una especial satisfacción personal en su trabajo y sus intereses y pasiones están fuera del entorno laboral. Los individuos con orientación hacia la carrera están motivados por el éxito. Trabajan para alcanzar prestigio personal, poder, reconocimiento y ascenso, que conseguirán realizando eficientemente su labor. Utilizan el trabajo para aumentar sus capacidades y su notoriedad. La tercera orientación, la de la vocación, se caracteriza por proporcionar a los individuos unos beneficios intrínsecos y un sentido profundo del trabajo. Consideran que su labor les llena de forma inherente y buscan lo mejor, independientemente de los beneficios personales derivados de su ocupación. La orientación a la vocación está relacionada con resultados positivos y con una actuación superior, individual y organizacional. Por ejemplo, los trabajadores con este tipo de orientación obtienen unos resultados de mayor satisfacción en su ámbito laboral –y también en los otros aspectos de su vida– que aquellos cuyo trabajo está orientado hacia el empleo o la carrera. Además, están más satisfechos con su Organización, poseen niveles más altos de confianza en la dirección y de compromiso, ofrecen menos conflictos, tienen relaciones más satisfactorias con los compañeros y presentan unos niveles más altos de satisfacción con el trabajo en sí mismo. El sentido de vocación no depende del tipo de trabajo que se desempeñe. Cualquier ocupación –incluso las consideradas menos enriquecedoras o aceptadas física, social o moralmente– pueden ser enfocadas bajo una luz positiva. Un mismo empleo se puede ver desde cualquiera de las tres orientaciones, dependiendo de la perspectiva de cada individuo.

En sucesivos post veremos el ejemplo de grandes líderes que con un cambio de mentalidad o desviación positiva hacia sus objetivos, consiguieron todo lo que tú y yo podemos alcanzar si seguimos su ejemplo.

Empecemos por recordar que no existe el fracaso cuando tienes bien claro tus objetivos, sino aprendizajes que te acercan cada vez más a los mismos.

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