CÓMO GESTIONAR TUS ESTADOS DE ÁNIMO

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS ORGANIZACIONES

Introducción

Son muchos los casos de personas altamente cualificadas y formadas que no tienen éxito profesional, personas académicamente brillantes que son incapaces de adaptarse a entornos de incertidumbre. Si nos preguntamos cual es el motivo de esta situación, seguramente encontraremos la respuesta en la falta de entrenamiento competencial relacionado con los componentes de la Inteligencia Emocional que hemos analizado antes.

Por este motivo, las organizaciones tienen la responsabilidad de mejorar su capital emocional trabajando sobre la mejora de la comunicación y la motivación de sus trabajadores. Todo esto tendrá consecuencias positivas que podrán verse reflejadas en la mejora del clima emocional, de la satisfacción de cada persona y de la productividad.

Existen numerosos estudios que han demostrado que las emociones colectivas de las personas que trabajan juntas influyen de manera decisiva en el estado de animo individual. Para poder gestionar nuestro estado emocional primero tenemos que diferenciar lo que es una emoción de un estado de ánimo.

Breve recordatorio de la tipología de las emociones: ¿Qué son?

Las emociones nos informan acerca de nuestro bienestar, acerca de nuestras necesidades reales para que, con la razón, decidamos satisfacerlas o no, y si decidimos hacerlo, buscar la manera más adecuada.

Según Greenberg (2002) “nuestro interés por intentar no ser receptivos a nuestros sentimientos constituye una de las mayores locuras de la orientación controladora y activa de la mentalidad occidental. En lugar de ello, necesitamos vivir en armonía mental con nuestros sentimientos, no intentar controlarlos”.
Según los estudios de Greenberg (2002), la naturaleza nos ha dotado de un sistema emocional como una ventaja adaptativa.

Tener en cuenta las emociones nos aporta riqueza y eficacia en nuestro desarrollo personal y profesional.

Las funciones que tienen las emociones pueden resumirse en las siguientes:

Sirven para adaptarnos al medio. Las emociones son mensajes relacionados con nuestro bienestar y nuestra supervivencia y siempre orientados a nuestra salud. La evolución nos ha proporcionado dos sistemas básicos de información, uno basado en las emociones y otro en la razón. La integración de estos dos sistemas es lo que acabará produciendo la conducta adaptativa.

Nos preparan rápidamente para la acción. Por ejemplo, en situaciones de peligro actúas guiado por una emoción. Si veo un perro e posición de ataque huyo o me alejo sin pensar si el perro va a morderme o no. 

Evalúan si las cosas van bien o no. Te informan de si estás consiguiendo satisfacer o no tus necesidades. Las emociones placenteras nos indican que las cosas van bien y las displacenteras nos dan información de todo lo contrario.

Tu sistema emocional también te informa sobre cual es el estado de tus relaciones. El grado de intimidad, el estado del vínculo, quien es importante para ti, etc.

Informan a los demás de nuestro estado de ánimo.

Son fundamentales para generar aprendizaje. Te informan de lo que causa interés y de lo que no, centran tu atención en un punto. El aprendizaje cargado de emoción es el más persistente y el más significativo. Por lo tanto la emoción te ayuda a acceder a tus metas y satisfacer tus necesidades. 

Las emociones son fundamentales en la toma de decisiones. El vínculo entre lóbulo frontal y sistema límbico es básico para la toma de decisiones

Las emociones exponen los problemas para que la razón los resuelva.

Las emociones exponen los problemas para que la razón los resuelva.

TIPOS DE EMOCIONES

 Emociones primarias

 Emociones secundarias

 Emociones instrumentales

Emociones primarias

Las emociones primarias son tus sentimientos “verdaderos” más básicos. Son los que definen verdaderamente lo que sientes y es la emoción más profunda y básica.

 Las emociones primarias son tus sentimientos “verdaderos” más básicos.

Podemos diferenciar dos tipos de emociones primarias:  

A. Emociones primarias saludables o adaptativas

B. Emociones no saludables o desadaptativas       

A.Emociones primarias saludables o adaptativas:

Representan la respuesta visceral a una situación concreta que está sucediendo en el presente. Este tipo de emociones son muy valiosas para la supervivencia y el bienestar. Todas las emociones primarias saludables nos dan información relacionadas siempre con nuestra salud.

  • El enfado nos indica que alguno de nuestros límites han sido rebasados o que no estamos recibiendo aquellos que queremos o necesitamos. Nos prepara para la lucha o para la huida.

  • El miedo nos informa de una situación de peligro. Igualmente nos prepara para la lucha o para la huida.

  • La tristeza nos da información relacionada con una perdida importante así como que la necesidad de afecto y de amor no está suficientemente atendida. Nos prepara para retirarnos y llorar o para disminuir nuestro ritmo vital y de esta manera asimilar la perdida. Es la emoción básica en procesos de duelo.

  • La sorpresa nos dice que hay algo nuevo que merece la pena ser investigado.

  • El asco, como emoción primaria saludable, nos habla que lo que estamos experimentado es malo para nosotros y nos prepara para alejar de nuestra vida lo que nos produce asco.

  • La alegría nos informa dice que hemos alcanzado una meta y nos prepara para la celebración.  

B. Emociones no saludables o desadaptativas: 

Son respuestas a otras experiencias pasadas en vez de ser, principalmente, una respuesta a lo que ocurre ahora. Siguen siendo emociones primarias porque las sentimos así pero no son saludables. Se trata de patrones que se suelen haber construido en la infancia y nos sirvieron en su día para sobrevivir pero en el momento actual no son útiles sino todo lo contrario. Las causas de estos desajustes pueden ser falta de habilidad y/o flexibilidad para efectuar los cambios necesarios para adaptarse a un nuevo entorno.

Estos patrones improductivos tienen su origen en emociones primarias desadaptativas como un enfado no resuelto, una tristeza tapada o un miedo ancestral.  

Pueden llegar a perdurar en el tiempo (aun sin existir la causa que la produjo). Por ejemplo cuando siento una tristeza profunda arrastrada durante mucho tiempo, o por ejemplo puedo tener miedo real a los perros no porque me puedan atacar sino porque de pequeño tuve una experiencia que quedó grabada en mi subconsciente.

Son emociones que tapan a las emociones primarias. Surgen, por tanto como consecuencia de otra emoción que, o bien no se percibe o no es aceptada como tal. 

Emociones secundarias

Son emociones que influyen y a veces manipulan. A veces resulta complicado reconocerlas, se han convertido hasta tal punto en una parte normal de tu forma de comunicarte que parece que fueran naturales. 

Son emociones que utilizamos conscientemente con el objetivo de conseguir algo que deseamos. Es muy habitual cuando un niño utiliza la tristeza para que le compren un juguete. En los adultos ocurre igualmente en aquellos casos en los que utilizamos la tristeza para jugar un papel de victima y hacer que los demás tengan un sentimiento de culpa. 

Emociones instrumentales

Son emociones que influyen y a veces manipulan. A veces resulta complicado reconocerlas, se han convertido hasta tal punto en una parte normal de tu forma de comunicarte que parece que fueran naturales.

Son emociones que utilizamos conscientemente con el objetivo de conseguir algo que deseamos. Es muy habitual cuando un niño utiliza la tristeza para que le compren un juguete. En los adultos ocurre igualmente en aquellos casos en los que utilizamos la tristeza para jugar un papel de victima y hacer que los demás tengan un sentimiento de culpa.

Los estados de ánimo

Podríamos definir los estados de ánimo o sentimientos como estados emocionales más prologados en el tiempo que las emociones, por ello, menos específicos, menos intensos y menos propensos a ser activados por un determinado estímulo o evento puntual.

Estos estados de ánimo tienen diferentes funciones que nos ayudan a adaptarnos a los constantes cambios a los que estamos sometidos:

-        Todas las situaciones que se presenten como una oportunidad, una ganancia o una experiencia motivadora generarán estados de animo positivos ya que percibimos que nos acercamos al éxito.

-        Por el contrario, si las situaciones presentadas están cargadas de emociones displacenteras, no positivas, en las que percibimos que los obstáculos, costes y dificultades superan al beneficio que podemos obtener, entonces el estado de animo no será el adecuado y facilitaría el abandono del proyecto en el que estemos involucrados.

En cualquiera de las situaciones descritas, debemos tener en cuenta que los estados de animo placenteros o displacenteros son siempre temporales y estarán siempre condicionados por el entorno y por la interpretación personal que se le den a los mismos.

Si quieres identificar el origen de tus estados de ánimo, hazte las siguientes preguntas:

1.  ¿Cuáles son tus estados emocionales más habituales?

2.  ¿Han sido consecuencia de algún hecho puntual?

3  ¿Has hecho algo para minorarlo o combatirlo?

4. ¿Cuál es el patrón repetitivo que se esconde detrás de ese estado?

5. ¿Y el beneficio que obtienes manteniendo el mismo?

Resumen

Como resumen a lo visto en éste y en post anteriores sobre las emociones:

  • Al sistema límbico generador de nuestras emociones y estados de ánimo, no se accede a través de razonamientos, sino a través de las emociones.

  • Las emociones nacen de los pensamientos, y no al contrario. Nuestros pensamientos son los que generan nuestras emociones y de la suma de ambos mantenidos en el tiempo, se derivan nuestros sentimientos o estados de ánimo.

  • Las palabras, según su capacidad para generar distinciones, tienen la capacidad de, a través del hemisferio izquierdo, actuar sobre el área límbica.

  • El silencio y los ritmos cerebrales lentos favorecen la activación del sistema límbico y la coordinación inter-hemisférica.

  • A través de la visualización se activan las mismas áreas del cerebro que se activarían si la experiencia estuviera ocurriendo en el plano real.

  • La amígdala demuestra su interés inmediato por todo aquello que genera una intensa experiencia de dolor y lo registra en sus circuitos.

  • Nuestros movimientos influyen en el sistema límbico porque las emociones son las que nos mueven y por eso ha de existir una conexión muy poderosa entre emoción y movimiento.

  • Los pensamientos generan emociones y nuestras emociones generan nuestros estados de ánimo. El estado de ánimo habitual es la fuente de información de la que nos valemos para interpretar los acontecimientos de nuestra vida y no al contrario.

Pensamientos + emociones = sentimientos/estados de ánimo

-Siembra un pensamiento y cosecharás una actitud

-Siembra una actitud y cosecharás una acción

-Siembra una acción y cosecharás un hábito

-Siembra un hábito y cosecharás un carácter

-Siembra un carácter y cosecharás tu destino

Si no te gusta tu destino…

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