PASEMOS A LA ACCIÓN: ¿CÓMO PUEDO DESPROGRAMAR EN MÍ AQUELLO QUE ME LIMITA?

Como hemos señalado en anteriores post, la desprogramación de creencias limitantes en el cerebro es un proceso complejo, pero duradero, ya que involucra la reestructuración de conexiones neuronales preexistentes y su sustitución por conexiones nuevas. Las creencias son patrones mentales que se han consolidado a través de la repetición, la experiencia o por la vivencia de algún acontecimiento traumático.

Las creencias que nos hacen daño son aquellas que nos limitan y nos impiden alcanzar nuestras metas.

Para desprogramar estas creencias, es necesario crear nuevas conexiones neuronales que sustituyan a las antiguas. No se puede eliminar una conexción sináptica si no construyes un nuevo hábito o una nueva creencia sobre ella. El cerebro es capaz de adaptarse y cambiar a través del proceso llamado neuroplasticidad. Este proceso se refiere a la capacidad del cerebro para modificar sus conexiones neuronales y su estructura en respuesta a nuevas experiencias y aprendizajes.

El primer paso para desprogramar creencias dañinas es identificarlas. Esto implica reflexionar sobre nuestras creencias actuales y analizar si nos están limitando o perjudicando en alguna forma. Para ello, sirve da ayua observar qué patrones tenemos en nuestra forma de pensar o actuar que de forma reiterada nos conduces a formas de pensar y de actuar que actúan como barreras en la consecución de nuestros objetivos. Detrás de un patrón limitante hay una creencia sobre la que se apoya. Una vez identificadas, podemos comenzar a cuestionar su validez y buscar evidencias que las refuten o las sustituyan por creencias potenciadoras.

Las creencias potenciadoras son aquellas que nos ayudan a alcanzar nuestras metas y nos motivan a mejorar. Para sustituir las creencias dañinas por creencias potenciadoras, es necesario repetir y consolidar nuevas conexiones neuronales. Esto se puede lograr a través de la práctica de nuevas experiencias que refuercen las nuevas creencias y desafíen las antiguas.

Además, es importante rodearse de personas que apoyen nuestras nuevas creencias y evitar aquellas que refuercen nuestras creencias antiguas. La influencia social puede ser un factor importante en la consolidación de nuevas creencias y en la eliminación de creencias dañinas.

En conclusión, la desprogramación de creencias en el cerebro implica un proceso de cambio neuronal y una reestructuración cognitiva que requiere tiempo y esfuerzo. Para desprogramar creencias dañinas, es necesario identificarlas, cuestionarlas y sustituirlas por creencias potenciadoras. Este proceso se puede lograr a través de la práctica, la repetición y la influencia social. La neuroplasticidad del cerebro nos brinda la capacidad de adaptarnos y cambiar para mejorar nuestra vida. Te invito a hacer un listado de aquellas creencias que piensan que te están influyendo negativamente en la consecución de tus metas y empieces a analizarlas de forma individual. Escoge primero las que pienses que más te están limitando en este momento para conseguir tus metas y pregúntate ¿cuál es la intención que hay detrás de ellas?

A continuación, te presento algunas creencias limitantes que pueden afectar negativamente nuestra capacidad para alcanzar objetivos:

  1. "No soy lo suficientemente bueno": esta creencia limitante puede hacernos sentir inseguros y desmotivados, lo que nos impide tomar acción y perseguir nuestros objetivos.

  2. "No tengo suficiente tiempo": esta creencia limitante puede llevarnos a procrastinar y posponer nuestras metas, en lugar de dedicar tiempo y energía para trabajar hacia ellas.

  3. "No tengo las habilidades necesarias": esta creencia limitante puede hacer que nos sintamos incapaces de alcanzar nuestras metas, lo que nos impide buscar formas de adquirir nuevas habilidades y conocimientos.

  4. "Nunca he tenido éxito antes, por lo que es poco probable que tenga éxito ahora": esta creencia limitante puede hacernos sentir derrotados antes de comenzar, lo que nos impide tomar acción y perseguir nuestras metas.

  5. "No tengo suficiente apoyo de los demás": esta creencia limitante puede hacer que nos sintamos aislados y desmotivados, lo que nos impide buscar ayuda y apoyo de otras personas para alcanzar nuestras metas.

  6. "No es el momento adecuado": esta creencia limitante puede llevarnos a posponer nuestros objetivos y esperar a que las circunstancias sean perfectas antes de actuar, lo que puede impedirnos avanzar hacia nuestras metas.

  7. "Tengo miedo de fracasar": esta creencia limitante puede hacernos evitar situaciones que podrían llevar al fracaso, lo que nos impide tomar riesgos y perseguir nuestras metas con confianza.

Es importante identificar estas creencias limitantes para poder desafiarlas y reemplazarlas por creencias potenciadoras que nos ayuden a avanzar hacia nuestros objetivos.

En sucesivos post veremos, una vez identificadas las creencias que nos limitan, cómo podemos desprogramarlas.

No olvides en el proceso, que somos personas completas y llenas de recursos y llevamos dentro todas las herramientas que necesitamos para alcanzar nuestras metas y sacar nuestro más alto potencial. Empecemos eliminando las barreras.

Anterior
Anterior

LA PROGRAMACIÓN DE CREENCIAS POTENCIADORAS Y SU IMPACTO EN EL CEREBRO

Siguiente
Siguiente

METODOLOGÍAS PARA LA ELIMINACIÓN DE CREENCIAS LIMITANTES